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Mi Viaje a Derry

Hola! Ya estoy de vuelta tras dos magníficas semanas en Derry. Ha sido una experiencia inolvidable. Tanto los profesores, colegio, la familia y los compañeros se han portado genial conmigo y han sabido hacerme sentir en casa. En mi caso, la situación de mi vivienda era una gran ventaja, pues quedaban muy bien situada del centro y podía ir andando a todos lados, incluido el colegio.

Las clases empezaban a las 9:30 de la mañana y acababan a la 1:45. Entre clase y clase había un pequeño descanso de 15 minutos, suficiente para despejarte un poco y continuar aprendiendo después. Mi clase era estupenda! Tanto el profesor, Connor, como los compañeros la hacían amena e instructiva. No hacíamos las típicas fichas de gramática que se hacen en el colegio, si no que íbamos más allá. Hacíamos presentaciones, veíamos vídeos, hacíamos listenings, nos enseñaba páginas web que nos podrían ayudar a practicar y aprender inglés… En definitiva, unas clases muy interactivas. Al final de la clase nos daban 45 minutos para tomar el lunch y salir a dar una vuelta, siempre y cuando cumpliéramos los horarios establecidos. Los lugares a los que más frecuentábamos eran el Poundland, Apache (donde venden pizzas del tamaños de mesas), Paolo’s pizza, Willy Nilly’s, y ambos centros comerciales. Una vez reunidos todos a la hora pactada, nos disponíamos a hacer la actividad que tocase: podía ser workshop, sports, sacarse selfies con los habitantes de Derry, disfrazarse e interpretar una leyenda irlandesa… Todo era muy divertido y en equipo! Después de la actividad había un margen de tiempo para que te vinieran a buscar o dar una vuelta antes de ir a cenar.

Patricia Cobo Beca Eurolingua

Yo cenaba en casa con Marie, mi host mother. Es una señora encantadora y muy buena cocinera. A pesar de que en Derry, aunque creo que en Gran Bretaña en general, no se come muy bien (mucha comida basura de llevar o calentar en el microondas y poca verdura o fruta), Marie si cocinaba con alimentos frescos y nos daba alimentos saludables: para el bocadillo del lunch nos ponía pan de molde integral con lechuga y pavo, fruta, tomatitos cherry y un yogur. Y agua claro! Mi compañera de casa y yo le dijimos en más de una ocasión que cocinaba muy bien. Es importante ayudar en las tareas domésticas (poner y quitar la mesa, hacer la cama) y mantener tu cuarto y el baño limpios y ordenados. Un truco que os doy es que como allí se toma mucho té o café, después de cenar toméis uno todos juntos, así podréis conversar más tiempo y practicar vuestro inglés.

Después de cenar, normalmente teníamos actividades a la tarde y de vez en cuando teníamos free evening, y quedábamos para dar una vuelta por Derry.

El principal punto de encuentro cuando quedábamos era el Guildhall, pero si teníamos actividades era en Magazin Street. Las actividades eran muy variadas: desde una fiesta de pijamas a una noche de juegos de mesa. También aprendimos el baile irlandés (que me gustó mucho), hicimos dos fiestas por la noche y la quiz night prometió bastante.

Pasábamos unas noches muy entretenidas todos juntos! Las excursiones que hacíamos los sábados eran muy tentadoras: el primer sábado visitamos Dunluce Castle, The Giant’s Causeway y un pueblito llamado Portrush, con unas vistas espectaculares, y el segundo sábado fuimos a Belfast! Nos hacía mucha ilusión a todos ir a la capital, pero sobre todo ir de compras. Finalmente mis compañeros y yo compramos poca cosa, pero el buen rato que pasamos todos juntos no tiene precio.

Los domingos por la tarde, después de pasar el día con la familia mis amigos y yo íbamos a la bolera. Quedaba a 30 minutos andando, así que nos ahorrábamos el taxi e íbamos caminando y charlando. La bolera no es solo bolera: aparte de bolos también tiene billar, cine, restaurantes y máquinas y juegos. Pasábamos muy buena tarde allí todos juntos! El último domingo lo aproveché al máximo: a las 11 fui a una misa protestante con mi amigo Carlos y a la tarde, después de la bolera, fui a la misa católica con mi amigo Ignacio.

Los compañeros fueron sin duda alguna lo mejor de toda esta experiencia. Conocí a muchos gallegos, españoles de todas partes, italianos, polacas, palestinas: Jesús, Nerea, Alex, Jerónimo, Aleksandra, Bernal, Laura, Cristina, Eva, Lucía, Belén, Chelo, Xabi y mucha gente más. También con la gente que fui de mi zona (Alberto, Carlos, Irene y Ana) entablé una muy buena amistad. Todos y cada uno de ellos me han apoyado y han sabido cómo sacarme una sonrisa durante estas dos semanas. Sobre todo el grupo de los 5. Estaba formado por Nerea, Jesús, Alex, Jerónimo y yo, que éramos los que siempre nos quedábamos hasta las 9-9:30 en un parque que había cerca de nuestra casa.

Y con todos estos recuerdos felices y todas las amistades que espero que no se rompan nunca me despido. A todos y cada uno de los jóvenes que estéis planteándoos pedir la beca, os animo a que lo hagáis. Es una experiencia única en la que además de aprender inglés con nativos, forjaréis unas amistades que durarán mucho tiempo.

Un beso y un saludo.

Patricia Cobo Torrado