Las Navidades más golosas
Por todos es sabido que estas fiestas se caracterizan por sus excesos, no solo culinarios….
Ya que vamos a pasarnos, hagámoslo a lo grande. He aquí un repaso a los dulces navideños típicos en diferentes países.
En Canadá, debido a la variedad étnica de sus habitantes, las tradiciones francesas e inglesas conviven junto con pinceladas de otras muchas culturas. En estas fechas no pueden faltar las magdalenas de chocolate, las galletas heladas con cacao y cortezas de naranja gratinada, y por supuesto el Taffy Pull, que es una especie de caramelo de goma que tiene la particularidad de que se estira mucho.
En Estados Unidos la comida de Navidad es similar a la de Acción de Gracias y aunque repiten el pastel de calabaza y la tarta de manzana, el postre estrella es el Pudin de Navidad. También es típico ese día que los niños tomen muchos dulces, principalmente galletas de jengibre y los bastones de caramelo que adornan el árbol.
El Laufrabaud es un dulce típico de Islandia, como una torta plana hecha de trigo y centeno que se fríe en manteca de cerdo.
En Alemania no puede faltar el Stolle, que es un pan dulce y compacto relleno de frutos secos y confitados, y el Lebkuchen, pasteles de jengibre que por lo general tienen escrito con azúcar glaseado una frase navideña.
El postre más tradicional de la Nochebuena en Irlanda es el plum pudding, cocinado al vapor y que se acompaña de una salsa a base de mantequilla y coñac. El pastel de frutas de navidad hay que prepararlo con mucha antelación ya que necesita semana, incluso meses, para macerar. Lleva harina, azúcar, frutos secos, huevos, frutas variadas, especias….y mucho más. Se realiza en distintas fases en las que se forma una masa, se calienta y riega con coñac, se deja macerar y se van añadiendo más componentes. Este proceso se repite varias veces y algunas familias irlandesas empiezan a elaborarlo con casi un año de antelación.
En Inglaterra no celebran la Nochebuena, para ellos es tan sólo la víspera de la Navidad. El postre que no puede falta en ninguna mesa es Christmas pudding, hecho a base de ciruelas y acompañado con salsa de ron o brandy, o incluso con custard cream (una especie de crema pastelera muy ligera). También se sirven mince pies, una especie de tartaletas de manzana con frutos secos.
El tronco de navidad es tradicional en muchos países europeos, aunque el postre es originario de Francia. En el siglo XII, existía un impuesto durante la Navidad que exigía que los campesinos llevasen un gran trozo de madera a casa del señor feudal. Posteriormente, los campesinos lo hicieron tradición suya y durante la Nochebuena buscaban un tronco grande de leña que decoraban con cintas verdes y sal y que arrojaban a la chimenea esa noche. Las cenizas de ese tronco se guardaban durante todo el año como amuleto. Napoleón I ordenó a los habitantes de París cerrar las chimeneas para evitar que entrase el frío, con lo que ya no podían quemar el tronco. Fue entonces cuando un pastelero francés creó el famoso Bûche de Noël para poder endulzar el disgusto de no poder quemar el tradicional tronco.
No importa dónde ni con quien pases estas fiestas, ya ves que todo el mundo las celebra. Eso sí, ten a mano la manzanilla o la sal de frutas y ya en enero… empezaremos la dieta.
Felices fiestas a todos y terminad el año de la forma más dulce posible.