fbpx

Dublín ciudad del amor

Aunque parezca increíble no es París la Ciudad del Amor sino Dublín: es aquí donde se encuentran los restos de San Valentín. La historia de cómo llegaron aquí es bastante interesante…

En 1835 el fraile carmelita John Spratt viajó a Roma y dejó tan asombrado al Papa Gregorio XVI con sus dotes oratorias que éste decidió hacerle un regalo para su iglesia: ¡el cuerpo de San Valentín!. Así, en 1836, las reliquias llegaron a la Iglesia de Whitefriar procedentes del Cementerio de San Hipólito en Roma y fueron recibidas por el arzobispo Murray de Dublín.

Aún hoy en día podemos verlas en la parte derecha de la nave principal de la iglesia, donde se encuentra el sepulcro de San Valentín, y bajo un altar de mármol está el sarcófago, rodeado por una verja de hierro forjado y cristal. Cada año miles de personas, la mayoría parejas, visitan la iglesia de Whitefriar el 14 de febrero.

Durante esta semana Dublín se tiñe de rojo y organiza gran cantidad de eventos culturales y gratuitos con el fin de que los solteros encuentren su media naranja.

Un plan perfecto para disfrutar el día de los enamorados en Dublín puede comenzar con un paseo por uno de los numerosos parques de la ciudad: tú eliges cual, tienes más de 2.000 hectáreas de zona verde. Después toca visitar a San Valentín y aprovechar para echar un vistazo a una de las iglesias menos conocidas de la ciudad pero que realmente merece la pena. Estando en Dublín no puede faltar una visita a la Guiness Storehouse, comer algo en su restaurante y relajarse con una pinta en el Gravity Bar. La tarde es el momento ideal para hacer compras por Grafton Street y nada más romántico que un paseo en una carroza tirada por caballos alrededor del parque de St. Stephen’s Green.

Pero sin duda una compra “obligada” en el Dublín de los enamorados es el Anillo de Claddagh una sortija de origen celta que representa el amor o amistad eternos. El anillo está formado por unas manos que sujetan un corazón y sobre éste se apoya una corona. Como no, estando en Irlanda, el anillo está envuelto en leyendas y tradiciones y según lo coloques tiene su propio código:

– Si se pone en la mano derecha con el corazón mirando hacia fuera, la persona que lo luce no mantiene ninguna relación.

– Si lo coloca en la mano derecha con el corazón mirando hacia dentro, significa que tiene el corazón ocupado.

– Puesto en la mano izquierda apuntando hacia el exterior, la persona está comprometida.

– Pero en la mano izquierda con el corazón mirando hacia dentro, la persona está casada.

Anímate, ven con EuroLingua a realizar un curso de idiomas en Dublín y hazte con un Anillo de Claddagh; como lo luzcas… ES COSA TUYA.

Feliz San Valentín